El Real Madrid aterrizó en el Mundial de Clubes con las esperanzas renovadas y con un objetivo claro: mostrar una nueva imagen. Pero unas semanas desde la llegada de Xabi Alonso al banquillo blanco no fueron suficientes para inculcar sus ideas. El gol de Gonzalo, la joven promesa de los merengues, llegó cuando el Al-Hilal más apretó la portería blanca. Una ventaja que no tardó en arruinar el club saudí. Desde los once metros, Rubén Neves hacía el tanto del empate. En los últimos minutos, Fede Valverde tuvo la oportunidad de dar la victoria a los suyos con un penal, pero Bono se vistió de héroe y salvó al equipo árabe.
Al Hilal sorprendió con tres chances claras en los primeros minutos, incluso exigió a Courtois. Propuso un juego friccionado, con
agarrones y empujones. Esperó, presionó cuando el rival avanzaba, cortó y salió rápido con velocidad, pases precisos y verticalidad. Frente a un Madrid que cometió faltas fuertes, estuvo al borde de un penal, y hasta Vinicius se llevó una amarilla por
simulación. Desconcertado, pesado, lento, aburrido, como si supiera que su momento llegaría alguna vez.
Mientras tanto, a los 18 minutos el equipo de Arabia Saudita llegó hasta abajo del arco y le anularon un gol al brasileño Renan Lodi por posición adelantada. Ni eso despertó a los galácticos de Xabi Alonso. Con pases entre los defensores y los volantes centrales, sin encontrar a Bellingham, sin explotar a Vini ni Rodrygo. Pero como tal como se podía esperar, porque es el Real Madrid y le sobra talento, en la primera que agarró mal parado al rival, Valverde se encontró con Rodrygo, Gonzalo García entró solo para definir y abrir el marcador a los 34 minutos. Aunque a los 39 minutos, a tono con la primera parte del partido, Raúl Asencio agarró a Marcos Leonardo dentro del área, Tello cobró sin dudar y Rúben Neves lo empató con un penal.
El primer tiempo cerró con una chance clara de Al-Dawsari y arrancó con otra de Marcos Leonardo. Aunque enseguida empezó a verse a un Merengue mucho más decidido. Obligó a su rival a poner hasta a ocho jugadores dentro de su área. Ya con un esfuerzo sobrehumano, dejó la vida. Y mantuvo latente la posibilidad de lastimar en alguna corrida. En los minutos finales, Bono le tapó un penal a Valverde. Real Madrid empujó hasta el cierre, pero no logró quebrar a un equipo árabe que dio un cimbronazo mundial. Los hinchas latinoamericanos y del resto del mundo del Merengue querían ver que esa galáctica camiseta blanca pudiera brillar en su máximo esplendor. Pero estuvo muy lejos de hacerlo. El próximo rival del Real será Pachuca en el Bank of América Stadium, a
las 22. Y el rival siguiente de Pachuca, RB Salzburg en el Audi Field.
Kiara Di Rosa