*Por Joaquín Marcellini
La muestra de arte digital del famoso artista Carlos Alberto “Indio” Solari llegó al Teatro Argentino de La Plata. En diálogo con concurrentes y fanáticos que se acercaron a la muestra, resalta un interés en conocer el lado artístico del Indio por fuera de las fronteras de la música. Uno de los presentes destacó que su curiosidad por BRUTTO nació porque, según él, hay ciertos artistas que se conforman en mito y a él siempre le gusta juzgar la obra detrás de esos mitos. “Tengo un rechazo por el mito cuando alguien se desproporciona y excede a su obra. Cuando en un libro el nombre del autor es más grande que el propio título del libro. Cuando empieza a haber una relación entre la obra y el tipo o la mujer que lo hace, eso me choca”.
Hablar del Indio es hablar de un mito. Es uno de esos personajes que trepan más allá de su éxito comercial o su popularidad y dejan una huella indeleble. Para las personas, más allá de un músico, es un pedazo de historia. Un símbolo de cultura, una voz que, con su particular manera, cuestiona y critica todo aquello que nos atraviesa como sociedad.
BRUTTO nos habla –también al mejor estilo Solari– de una forma peculiar. Es una obra grotesca, cruda, ultra procesada: cada obra tiene capas. Mientras más observás, te encontrás con nuevas figuras –casi humanoides– que antes no habías contemplado. El uso de figuras que oscilan entre lo que parece humano y lo que no, es parte de la experiencia BRUTTO. Todo parece intervenido. Uno podría interpretar BRUTTO como un reflejo de las superficialidades tan presentes en los espacios digitales que habitamos y de los cuales estamos tan pendientes. La huella del mundo digital y moderno es la vértebra artística de BRUTTO.
Volviendo al mito: el Indio tiene todo para serlo. Toda su obra –desde los Redondos a esta parte– se sigue compartiendo entre pares, se replica, es objeto de análisis colectivo y solo crea más y más subjetividades. Para algunos, el Indio es una franquicia, un auto homenaje egocéntrico. Pero es una realidad innegable que todo aquello que fue atravesado por el distinguido toque del Indio es parte de un vasto universo artístico. Recordemos que Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota empezaron como un movimiento cultural que propulsaba todo tipo de artes. Desde las letras de Los Redondos, las portadas –y el arte visual complementario a cargo de Rocambole– de los discos y la teatralidad de los shows en vivo –teatralidad que el Indio mantuvo en sus shows con Los Fundamentalistas del Aire Acondicionado–, todo es parte de un universo que convive y BRUTTO es una prueba más de eso.
