En una noche inolvidable en el Rose Bowl, Rayados de Monterrey firmó un empate histórico 1-1 frente al Inter de Milán en su debut en el Mundial de Clubes.
Un resultado que sabe a triunfo por la forma en la que el equipo mexicano resistió ante el poderío nerazzurri.
Al minuto 25, Oliver Torres realizó un tiro de esquina con precisión y apareció Sergio Ramos, para levantarse entre la defensa para rematar de cabeza al fondo de la red, era el 1-0 que sorprendía a todos.
Después del gol, Rayados se echó atrás. Inter asumió completamente el protagonismo, adueñándose de la pelota y encerrando a Monterrey en su propio campo. Los de Domènec Torrent resistieron y Esteban Andrada comenzó a ser figura, tapó disparos y mostró seguridad bajo los tres palos.
La presión italiana rindió frutos justo antes del descanso. Al minuto 42, una jugada prefabricada a pelota parada dejó solo a Lautaro Martínez en el segundo poste, quien sin marca, empujó la pelota con frialdad para empatar el encuentro.
Para el segundo tiempo, Torrent movió piezas: entraron Erick Aguirre y Nelson Deossa, salieron Oliver Torres y Ricardo Chávez. Los cambios refrescaron al equipo, y aunque la posesión seguía del lado italiano, Rayados logró equilibrar el ritmo. Al minuto 63, Sergio Canales sacó un zurdazo de media distancia que hizo temblar el arco, en la más clara del complemento para los mexicanos.
Inter respondió de inmediato. Al minuto 68, Lautaro Martínez parecía firmar el segundo, al definir mano a mano con Andrada, pero el argentino estaba en posición adelantada. La bandera salvó a Rayados. El propio Lautaro volvió a tener otra opción clara al minuto 77, girando sobre el punto de penal, pero su disparo se fue por encima del arco, dejando ir otra chance de gol.
Los minutos finales fueron una auténtica prueba de resistencia. Inter metió a Rayados en su área, lanzando centros y atacando con intensidad hasta el final del partido.
Kelly López Osornio
